Soy una diseñadora convertida a fotógrafa. Todo empezó al ser mamá cuando no quería perderme ni un solo detalle de mis retoños. Aunque en realidad fue mucho antes, cuando mi papá compró una Ricoh en Japón y yo tendría 9 años. Mucho más tarde, cuando estudiaba diseño gráfico, un compañero de clase me dijo un día que acabaría dedicándome a la fotografía con una convicción que todavía hoy me acuerdo y es que me pasaba todo el tiempo en el cuarto oscuro ampliando de negativo a papel, papel Ilford, aquel olor, qué recuerdos.
Llevo cinco años trabajando en estudio con niños, con muchos niños (mirad la sección Say Cheese), pero este verano algo ha cambiado. He conocido a Barb Uil, la jefa de los reportajes infantiles Jinkyart. La experiencia me ha servido para dar forma a mi nuevo proyecto, Let’s See y darlo a conocer con página web, blog y Facebook. Me produce vértigo estar tan expuesta, pero a la vez me sube la adrenalina cuando veo lo que escribís en mis posts.
Y ahora os contaré porque Let’s See. Estuve varios años en NYC. Los primeros meses estuve viviendo en casa de una señora maravillosa de Mollet que se fue a NY muy jovencita, mi querida Susy. Pues bien, su catalán estaba americanizado y me hacía mucha gracia cuando para decir “ya veremos” decía “deixa veure”. Es un recuerdo muy tierno que enlaza con lo que se dice cuando no sabes lo que va a ocurrir. La luz, los niños, las nubes, una oveja que se escapa. Una sesión es como un viaje, sabes donde vas pero no lo que vas a encontrar, por eso Let’s See, ya veremos.
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